jueves, 6 de octubre de 2016

Vasos Consagrados: el Vaso del alfarero

"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."

                                                                                                           --  1 Co 6:19-20




La Biblia se refiere a nosotros como vasos de barro, frágiles, humanos (vea 2 Co 4:7). Como se forma la vasija en la rueda del alfarero, así mismo nosotros somos hechos del barro (vea Is 64:8). 

La vasija de barro

 
En Jeremias 18:6,7 leemos: "Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que hace este alfarero?--declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel. En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;"

En Salmo 2,9 leemos: "Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás."

Dios formó a Adán "del polvo de la tierra" (Gn 2:7) y el Salmo 103:14 expresa, "Porque él [Dios] conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo".

A pesar de que somos débiles e imperfectos, cuando llenamos nuestras vasijas (nosotros mismos) con la Palabra de Dios, nos convertimos en recipientes de su bendición, listos para ser llenados para su uso. Todos somos valiosos para el Señor--¡Dios aún puede usar vasijas rotas!
Cuando Él llamó a Jeremías, le dijo, "Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones". Como Jeremías, podemos ofrecer la verdad de Dios a la gente dondequiera que vayamos.
Pero primero debemos estar enteramente consagrados a Dios. En 2 Timoteo 2:21 se declara, "Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra".
Una clave importante para que seamos vasos útiles es controlar nuestras lenguas. El Salmo 50:23 nos dice, "El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios". 

¿Sabe qué sucedería si cada día le damos nuestras bocas a Dios para que sólo salgan de nuestros labios palabras que le glorifiquen? El Salmo 34:13 nos advierte, "Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño". Dedique su boca a Dios y úsela solamente para aquello que le place a Él--para alabanza y adoración, edificación y exhortación, y dar gracias. Ponga sus labios en el altar cada mañana. Déle su boca a Dios orando su Palabra: "Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza" (Sal 51:15).
Mucha gente quiere recibir de Dios, pero no están dispuestos a darse ellos mismos por completo a Él. La parábola de los talentos nos instruye a usar lo que Dios nos da para expandir el Reino del Maestro (vea Mt 25:14-30).
Haga un compromiso nuevo de ser un dador e invertir su tiempo y dinero, y darse usted mismo en la obra del Señor. No permita que el diablo le susurre y le inhiba dar porque usted tenga deudas y obligaciones que cumplir, cosas por las cuales usted se preocupa. Jesús nos exhorta a no estar preocupados o ansiosos por nada, porque Dios conoce nuestras necesidades y promete cuidar de nosotros (vea Mt 6:25-34). 

Proverbios 3:9-10 declara, "Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto". Pablo declaró que los creyentes en Macedonia no sólo dieron su dinero, sino también se dieron ellos mismos al servicio del Señor (vea 2 Co 8:1-5). Pablo también dio su vida en el servicio al pueblo de Dios. 

Alguien necesita su vida hoy. Ofrézcase usted mismo(a) a Dios, y deje que Él le muestre quién necesita ser servido o ministrado por Él. Bríndele todo su ser, todo lo que espera ser, todos sus sueños, visiones, esperanzas y deseos. Hágalo a Él dueño de todo y Él le demostrará su poder a través de su vida. 


Si nunca ha dedicado su vida al servicio del Señor, Usted se está perdiendo una gran aventura. Diariamente Usted necesita entregarse por completo a Dios. Diga: "Señor, yo soy tuyo(a), "
Habla, que tu siervo escucha."1 Samuel 3:9 .

REPITE esta Oración: "Quiero ser un vaso perfecto para tu uso. Dedico mi vida a tu servicio. Te entrego mis manos, mi boca, mi mente, mi cuerpo, mi dinero y mi tiempo. Haz conmigo lo que quieras hacer hoy".


Puedes pedirle perdón por tus pecados:
Señor Jesús yo te pido perdón por todos mis pecados, se que has muerto en una cruz por amor a , y que Dios Padre te resucito de entre los muertos al tercer día; lávame, límpiame de mi maldad con tu sangre preciosa, te necesito, te declaro el Señor y Salvador de mi vida, enséñame hacer tu voluntad, dame fuerzas, dame una nueva vida; yo doy gracias a Dios el Padre por haberte enviado a mi Jesús a morir por mis pecados y por recibirme como tu hijo. En tu nombre Jesús he orado, Amen.-
Si usted ha hecho esta oración, Lea la Biblia, busque a Dios en oración, Dios le escucha y el responde las oraciones; y busque una Iglesia donde se le predique la palabra de Dios. 
 "que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
                                                                                                             --Rom 10, 9-11

" Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. "
                                                                                                                -- Mt 18,19

No hay amor mas Grande: " Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros."
                                                                                                             --Romanos 5:7-8

¡Dios puede sanarte y si lo crees puede ser hoy! 

¡Dios te Bendiga!






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